Covid 19,(1) has venido y nadie sabe cómo ha sido. (1)

Dicen que has venido para quedarte, nada que objetar, somos espacio Schengen, algo que costó mucho conseguir y, que parece, tú te lo vas a llevar por delante.

Vale, tienes razón, Schengen, libre circulación de personas y tú, por supuesto, no lo eres, eres un microorganismo y si no fuera porque tus intenciones no son buenas, tienes libertad de movimiento, como todo lo que forma parte de este universo que compartimos. 
Lo de la libre circulación, es cierto, hace referencia a todo aquello que le sea lucrativo a nuestro sistema productivo, llamado capitalismo. En su día este sistema económico ya se mostró, como tú lo haces ahora, tan cruel y agresivo con las personas, con las personas más desprotegidas, por supuesto. Todavía está por ver cual es tu condición. Lucrativa o destructiva para el sistema, para las personas ha quedado claro.

He de confesarte que me has asustado y mucho, tu agresividad unida a las decisiones erráticas de nuestro gobierno y también de otras organizaciones internacionales me ha hecho sentir indefensa, frágil, era consciente que por edad podías y puedes ensañarte conmigo. Soy, lo que se ha denominado persona de riesgo y, parece, somos tus preferidos, añadiendo alguna variante más. 

Esto puede lleva a un sector de la población a frivolizar sobre tu agresividad, que se mueran los viejos. Aunque en China lo han padecido jóvenes y menos jóvenes.

Un lumbreras, el del Brexit por más señas, dice que no hace falta tomar medidas especiales, que dejemos actuar a la naturaleza, a la selección natural, Darwin decía -si me equivoco me corrigen- que las especies que se perpetúan en momentos de cambio eran las mejor adaptadas a estos cambios. O se inmunizan o revientan. Le preocupa más que la economía liberal que caracteriza al país no sufra, aunque no le importa utilizar alguna medidilla con aires comunistas como el control y abastecimiento de la comida. La libra es la libra.

Que por el camino dejemos a seres queridos, es el peaje que se debe pagar para seguir avanzando, it is a pity.
Esto último no se si lo ha dicho. 
Lo que sí ha dicho es que puede ser tu madre, tu abuela, tu abuelo, la tía que le cuidaba cuando su madre se iba a trabajar, ahora delicada, los que se queden por el camino. Aislarlos si queréis conservarlos, ¿que mal suena, verdad? 
Alguno de tus amigos con problemas de salud, que le vamos a hacer, Ley de Coronavirus.

Tienes una especial cualidad, nos haces desarrollar neumonías severas que debilitan nuestro organismo y, a pesar de los esfuerzos denostados de nuestros profesionales, les ganas la partida en demasiadas ocasiones.

Que no es culpa tuya, tú eres así, vale nada que objetar pero hacía tiempo que no me sentía tan frágil, tan desprotegida, la verdad.

Si, cierto tienes razón, los humanos nos creemos todopoderosos y ya ves lo que sois, me dices, nada.

Has roto la cadena, que creíamos irrompible, de seguridad y control sobre nuestras vidas y eso duele.

¿Seguridad y control? Hasta cierto punto ¿no? 

Cierto, pero nos lo creíamos.
¿A pesar de las graves enfermedades, odios, violencia y problemas medioambientales que os rodean y ante los cuales os hacéis los lerdos? 
Pues sí, a pesar de los pesares vivimos como si pudiésemos controlarlo todo.
Pues es vuestro problema, no el mio.
Nada que decir. 
Te explico cómo ha ido, como me siento.
Vale, si quieres, pero si pretendes entretenerme vas muy equivocada.
Mañana te empiezo. 

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