El maravilloso, insuperable, fantástico mercado capitalista, nos está arrasando como una apisonadora, curioso que sean la China "capitalistas comunistas" los que están amargando ridiculizando a todos los gobiernos occidentales, tiene guasa, ya que, debido a la situación de necesidad extrema de material de protección sanitario primero y para la población en general después, están siendo humillados, vapuleados, aunque al fraude a la locura especulativa especulación se apuntan todos los países y empresas con nivel de honradez , decencia, moralidad, dignidad bajo. Prima el beneficio frente a vidas humanas, principio indiscutible del sistema de producción de capitalismo salvaje.
Hay excepciones, claro, gente honrada hay y mucha, aunque siempre tengamos que decir que las excepciones, muy dignas, confirman la regla.
El mercado en el sistema capitalista (salvaje o neoliberal, son lo mismo), se rige por la ley de la oferta y la demanda, es decir que si hay mucha oferta y poca demanda los precios bajan, si hay mucha demanda y poca oferta los precios suben, Ah! y no olvidemos que el mercado tiene que regularse solo, prohibido a los estados intervenir para evitar que este se vuelva vampiro, sediento de sangre, prohibido.
Que gran mentira, normalmente intervienen para ayudar a sus amiguetes, en el caso de las mascarillas no está tan claro, parece que no hay amigo que valga.
Ahora el señor Borrell quiere que el estado nacionalice las empresas, si ha de ser como siempre, pues la verdad, no. Hablar con los bolsillos llenos es muy fácil.
Lo de socializar las pérdidas y privatizar los beneficios, es muy viejo y no sirve.
Si se nacionaliza ha de ser con unas condiciones económicas por parte de la empresa y de trabajo muy diferentes.
Empresas justas, horarios justos, condiciones de trabajo seguras, y un sinfín de medidas que dignifiquen a la gente no llenen los bolsillos.
Habrá que repartir beneficios en mejorar de la investigación y "recerca" así como adecuar la producción a las necesidades reales de la humanidad no a las especulativas.
Las mascaritas de la gene.
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